Parte 12 - Un breve recorrido por la historia de la enfermedad mental

Un breve recorrido por la historia de la enfermedad mental


   La enfermedad mental ha estado signada por innumerables vaivenes y concepciones a lo largo del tiempo.
   En épocas pretéritas fue vinculada a causas sobrenaturales y mágicas. A partir de la antigua Grecia con Hipócrates, comienza a considerársela una enfermedad, resultado de un desequilibrio en los humores del organismo (sangre, bilis negra, amarilla y flema), manifestándose en cuatro temperamentos básicos: colérico, sanguíneo, melancólico y flemático.
   El concepto de enfermedades mentales agudas y crónicas fue otro aporte del período griego, los términos de manía, melancolía, histeria e hipocondría, así como la comprensión de que las enfermedades son en gran medida acentuaciones de mecanismos habituales de la psique.
   Desde la muerte de Galeno en el 200 DC, quien aportó la noción de causas orgánicas y emocionales en su génesis, los trastornos mentales fueron marginados de la medicina por un largo período, regresando a Europa durante la Edad Media la concepción demoníaca y la fuerte injerencia de la Iglesia en ese terreno, con la Inquisición, exorcismos y quema de brujas hasta finales del siglo XVIII.
En este periodo el pensamiento griego solo se mantiene vivo en la cultura árabe, donde se establece el primer hospital mental en Bagdag en 792, y resaltan médicos como Avicena (980–1037).
   A partir del Renacimiento, a pesar de la Inquisición y sus profundas secuelas, comienzan a surgir figuras como Paracelso, entre otros, que cuestionan la concepción demoníaca, abriendo progresivamente camino a la reincorporación de los trastornos mentales a la medicina, con la mítica liberación de las cadenas a los enfermos mentales con Pinel en Francia en 1794.
   Los siglos XIX y XX traen un prolífico desarrollo de la psiquiatría europea especialmente alemana y francesa, con autores como Kraepelin, Bleuler, Jaspers, Janet, Kretschmer, abocándose en gran medida al estudio de las psicosis crónicas.
   La llegada de Freud (1856 - 1939) y el psicoanálisis generaron una profundo impacto en la concepción de los fenómenos psíquicos, desde su introducción en la comprensión y tratamiento de la histeria y los trastornos neuróticos, incorporando su visión psicopatológica progresivamente al conjunto de la psiquiatría.
   El conductismo surge a principios del siglo XX como otra concepción psicológica de creciente gravitación en la actualidad a partir de los trabajos experimentales de Pavlov y posteriormente Watson entre otros, entendiendo la patología esencialmente como trastornos en los mecanismos reflejos de aprendizaje.
   En la actualidad existe un auge de la denominada psiquiatría biológica donde los recursos terapéuticos están especialmente volcados hacia los nuevos psicofármacos de síntesis.
   La psiquiatría norteamericana ha pasado a tener una fuerte influencia con la nuevas clasificaciones de la patología mental, DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders).
Los criterios de la OMS son también en la actualidad una referencia que intenta unificar criterios diagnósticos a través de las guías ICD (International Classification of Diseases).
  
   Distintos movimientos terapéuticos y corrientes psicológicas se han desarrollado en el último siglo incidiendo en las tendencias terapéuticas actuales, recuperando en muchos casos, antiguos conocimientos que aparecen paradójicamente nuevos para nuestra cultura.

   La homeopatía a pesar de la marginación histórica de la que fue objeto, siempre planteó su revolucionaria concepción de ser una medicina del hombre como unidad, y su especial atención a la condición mental como centro en todos los pacientes, adelantándose siglos a la actual mirada holística.
Hahnemann dedicó en sus obras principales El Organon y El Tratado de las Enfermedades Crónicas un significactivo lugar a las enfermedades mentales y su tratamiento desde la homeopatía.
   Desde entonces la homeopatía ha abordado las enfermedades mentales, aunque lamentablemente su difusión haya sido relativamente escasa.