Parte 20 - Neurosis


Neurosis


   La primer referencia recogida sobre el término neurosis proviene del médico escocés William Cullen que lo emplea en 1769 (Sinopsis nosologiae methodical, y First lines of the practice of phisick).
   Es una curiosa coincidencia señalar que el origen de la homeopatía está asociado al conocimiento que Hahnemann recoge en su labor como traductor, de los efectos descritos de la corteza de la Quina del Perú, mencionados en un tratado de materia médica del mismo autor, Cullen, desenterrando así el antiguo principio de la Ley de la cura por lo similar.
   Psicoanálisis y homeopatía parecen encontrar así un particular antecedente común de sus inicios en este médico escocés.
Si bien el significado del término surge como una tentativa de incluir trastornos mentales diversos que no estuviesen vinculados a una causa orgánica, fue sufriendo distintas acepciones a lo largo del tiempo, con figuras como Pinel, Janet y definitivamente con Freud.
   Mas allá de las neurosis clásicas descritas, de angustia, fóbica, obsesiva e histérica, se considera la neurosis una condición estructural donde puede darse un abanico gradual desde lo mas sano hasta los cuadros mas graves y sintomáticos.
Mencionamos anteriormente al referirnos al tema de las estructuras, que la neurótica es la que adquiere mayor madurez, por lo que para evitar confusiones, debiéramos diferenciar entre estructura neurótica y neurosis clínicas.
   Por otra parte, la disposición de cada paciente a presentar determinada clase de síntomas pone a la homeopatía en primer plano, al reconocer las características constitucionales que hacen que cada individuo exprese su desequilibrio de una forma particular y única.
   A pesar de que un paciente pueda ser catalogado dentro de una determinada condición neurótica, posee características peculiares mentales y físicas que responden a un particular remedio homeopático.

Señalemos algunas aspectos de la estructura neurótica:

   La conservación del criterio de realidad es un punto central, ya que a pesar de los diversos malestares que afecten el psiquismo del paciente, se conserva el criterio de realidad.
   La conciencia del conflicto psíquico interno. Se vivencia internamente y surge como hemos señalado, de la dinámica de tensiones que el Yo debe manejar con las instancias del Superyó y del Ello.
   La conciencia autocrítica, y la capacidad de reflexionar sobre las propias conductas o sentimientos, forma parte de la madurez psicológica de la estructura neurótica.
  
   Hemos mencionado anteriormente la cualidad del vínculo que se establece con el paciente neurótico donde a pesar de su conflictiva y sus síntomas, establece una relación respetuosa, de buen raport con el médico, lo que es esencialmente diagnóstico.

   Sobre esta estructura pueden establecerse diversos cuadros, en ocasiones con
síntomas mas estables que catalogan a una determinada neurosis.
Los rasgos de personalidad habitualmente se conjugan también con las características de cada neurosis.

La neurosis de angustia se expresa esencialmente a través de síntomas de angustia, la cual resulta bastante inespecífica, interfiriendo en distintos aspectos de la vida del sujeto.
La angustia circula aquí mas libremente o cambiando de un síntoma a otro debido a que no hay un mecanismo de defensa dominante en este funcionamiento psíquico.

La neurosis fóbica por su parte ha focalizado la angustia esencialmente en las fobias, específicas en cada caso, dependientes de un mecanismo de defensa predominante, aquí la represión y el desplazamiento.
El sujeto evita exponerse a situaciones que puedan desencadenar angustia, llevándolo progresivamente a una creciente restricción de su vida social y actividades.

La neurosis histérica expresa la angustia esencialmente a través de síntomas conversivos y disociativos, como las crisis convulsivas pseudoepilépticas, las amnesias, las pseudoalucinaciones, las pérdidas transitorias de funciones sensoriales o motrices, como la vista, el tacto o la imposibilidad de caminar, etc, síntomas que no responden a una clínica consistente y que se dan en un terreno evidente de conflicto emocional.
Generalmente son individuos sugestionables, hipersensibles, histriónicos y seductores con una tendencia a participar y magnificar con emotividad los síntomas que padece.
La disociación y la conversión son los mecanismos de defensa principales aquí.
Trastorno somatomorfo es la denominación que el DSMIV da a los cuadros polisintomáticos (dolor, síntomas gastrointestinales, seudoneurológicos, sexuales) que no pueden ser explicados exclusivamente por una enfermedad.

La neurosis obsesiva se centra esencialmente alrededor de pensamientos persistentes, invasivos de distinta naturaleza, hipocondríaca, sexual, supersticiosos, agresivos y mortificantes para la conciencia del sujeto, que intenta neutralizar a través de otros pensamientos, prácticas rituales personales o conductas reiterativas que se impone compulsivamente.
Se acompaña habitualmente de rasgos de personalidad característicos como meticulosidad, cortesía en exceso o actitudes muy controladas con dificultad para la espontaneidad.
El control excesivo presente en estos pacientes supone en realidad una defensa frente la angustia masiva latente, que perciben capaz de hacerlos perder las riendas de sus emociones.

   Desde el punto de vista homeopático podemos mencionar algunos síntomas vinculados a las neurosis que figuran en el repertorio:
Señalamos sólo algunos síntomas o rubros dentro de los cuales existen muchas veces modalidades de los mismos o subrubros que pueden precisar las características del síntoma particular del paciente, que son los que eventualmente adquieren mas valor. No necesariamente están presentes en todos los pacientes, trayendo aquí solo algunos ejemplos como muestra de la riqueza y vastedad del repertorio.
   Pero recordemos que son los síntomas característicos, es decir aquellos peculiares, singulares, extraordinarios y mas notables los que guían la elección del remedio simillimum en cada caso.

Sobre neurosis de angustia

Ansiedad (subrubros múltiples)
Ansiedad de conciencia (culpa)
Angustia (subrubros múltiples)
Inquietud (subrubros), - ansiosa
Falta de confianza
Remordimiento
Reprochase a sí mismo
Sensación de abandono

Sobre Neurosis fóbica

Miedo ( y subrúbricas)
Agorafobia
Temor a lugares estrechos
Miedo a los animales
Timidez

Sobre Neurosis histérica

Histeria
Ilusiones (subrubros)
Memoria (subrubros), -debilidad memoria (subrubros), - pérdida.
Indiferencia (subrubros)
Visión – (subrúbros – entre ellos: perdida de – histérica)
Audición – Ilusiones, - pérdida
Fantasías- exaltación de, -vívidas.
Parálisis, (subrúbros, - histérica
Sensible (subrúbricas, - a todas la impresiones externas)
Impresionable
Piel – sensibilidad disminuída
Aversión al coito
Orgasmo, falta de
Voz, pérdida de, - histérica
Boca, Gusto, pérdida del

Sobre Neurosis obsesiva

Pensamientos persistentes
Pensamientos apremiantes
Pensamientos atormentadores
Pensamientos sexuales, - se entrementen y multiplican, - atormentadores
Concienzudo por bagatelas
Meticuloso
Demasiado correcto
Revisa dos veces
Conducta ritualista
Supersticioso
Ilusiones todo está contaminado
Ilusiones está sucio
Se lava siempre las manos
Miedo de perder el control
Miedo a la locura
Demasiado educado
Diplomático