Parte 3 - Prólogo


Prólogo


   Pocos honores deben haber que provoque más orgullo que un hijo colega le pida al padre que le prologue su libro. No resultará difícil al lector comprender el esfuerzo que este prologuista debe realizar para controlar la emoción y mantener una supuestamente esperable objetividad.
   El autor, nacido en una familia en que ambos padres son médicos y psicoanalistas, desde muy pequeño fue atendido por un pediatra homeópata (el Dr. Zalman Bronfman, que tuvo el gusto de prologar su primer libro sobre homeopatía), por lo que creció en un ambiente impregnado por estas disciplinas.
   Tras una emigración familiar al Uruguay, de donde su madre es oriunda, completó sus estudios, recibiéndose de médico, y aunque su orientación vocacional (y vivencial) era la Homeopatía, se especializa también en Psiquiatría.
   Este libro, entonces, expresa claramente el intento, a mi juicio exitoso, de integración no solo científico, sino también, seguramente, de aspectos personales. En consecuencia, el autor está en el mejor lugar para poder ofrecernos esta síntesis del tratamiento homeopático de las manifestaciones psiquiátricas de enfermedad. “Homeopatía y Psiquiatría” representa un momento integrador del autor, que logra en esta obra vincular dos orientaciones de su formación médica.
   La medicina, ya se sabe, es una vieja paciente que adolece de graves escisiones. Desde sus orígenes griegos fue afectada por teorías disociantes, imágenes del ser humano que padece, que lo fracturaban en alma, mente y cuerpo. Y aunque siempre han existido médicos esclarecidos que han tenido y propugnado una visión integrada (decía Maimó-nides que no se puede curar el cuerpo sin antes haber curado el alma; o Paracelso: “cada vez es mayor el número de los que reconocen que no puede amarse el alma sin amar el cuerpo, y que no es posible cohibirlo y aherrojarlo sin que el alma resulte perjudicada en igual proporción, a cuyo claro concepto creo haber contribuido grandemente”) nuestras universidades siguen produciendo profesionales escindidos: los médicos estudian en la Facultad de medicina y se ocupan del cuerpo y sus enfermedades; los psicólogos en la facultad de psicología y se ocupan del alma o del psiquismo y sus conflictos; los sociólogos se ocupan de cómo se relacionan los seres humanos en grupos. La medicina se ha desarrollado en dirección a la especialización y a la tecnificación, de tal manera que el saber enciclopédico se ha hecho imposible, habiéndose dicho con humor que cada vez se sabe más sobre menos, por cuyo camino podría llegarse a saberlo todo sobre nada.
   Este libro se inscribe en la orientación interdisciplinaria que ha de presidir la comprensión de las ciencias del Hombre y en la visión unicista del ser humano en su dimensión biopsicosocial e histórica.
   Es que la homeopatía, como el psicoanálisis, está inscripta en la comprensión psicosomática de la medicina. En su repertorización, el homeópata da lugar a los síntomas psicológicos en el mismo nivel que los orgánicos, y Freud ha dicho que la psicoterapia (y el psicoanálisis lo es, “prima inter pares”) “no es el tratamiento del psiquismo sino el tratamiento mediante una técnica psicológica, de pacientes con trastornos psíquicos o somáticos”.
   La comprensión del autor de los psicodinamismos que generan los síntomas mentales, y su conocimiento de la ciencia hanemanniana, pero sobre todo su visión superadora de la habitual actitud escindida que nos viene desde los griegos, de diferenciación en los hombres de la trilogía alma, mente, cuerpo, lo habilitan a la búsqueda del tratamiento de estas afecciones, y seguramente este libro será de gran utilidad tanto a médicos homeópatas, psiquiatras como a todos aquellos que deseen acercarse a este camino integrador de la medicina.

   Dr. Edgardo Korovsky
Montevideo, mayo de 2009