Parte 4 - Introducción

Introducción


   Estamos viviendo un tiempo vertiginoso de cambios, incertidumbres, todo tipo de anuncios y pronósticos sobre el futuro próximo. No sabemos qué nos espera pero sentimos un aceleramiento, un ritmo creciente en los procesos de la vida y de nuestro planeta.
Mantenernos en equilibrio es toda una proeza personal y comandar el timón del barco se vuelve por momentos dificultoso.
Nuestras emociones sufren el vaivén de las tempestades y en ocasiones parece peligrar el control de la nave.
   Hemos recorrido distintos caminos entre aciertos y errores. Quizás en ese afán de búsqueda, perdimos bastante contacto con nosotros mismos. Apenas atendemos el recorrido de las estrellas, los ciclos y señales que nos muestra la Tierra.
Enfermar es una expresión de lo desconectados que estamos.
Por eso se trata de aclarar nuestras percepciones, ordenar las ideas, hacernos prácticos a las tareas que tenemos por delante. Y conectarnos.
   La homeopatía lleva doscientos años haciendo un paciente trabajo, sin destellos, propagandas masivas ni respaldos económicos multimillonarios.
Simplemente llegando a quienes buscan, mas allá de las retóricas oficiales, como ha sucedido siempre, atravesando la niebla.
   La Homeopatía tiene una profunda capacidad de actuar sobre la mente y las emociones.
Samuel Hahnemann, médico creador de la Homeopatía, describió también en su libro y obra fundamental El Organon de la Medicina en la 6ta. edición en 1843, el tratamiento homeopático de los trastornos mentales y emocionales, por lo que no se trata de una novedad.
   Este trabajo Homeopatía y psiquiatría, apunta a recordar el valioso recurso terapéutico que nos ofrece esta medicina integradora, posiblemente desconocido para muchos.
La enfermedad, como la curación, surge de circunstancias y estímulos que se conjugan particularmente, mostrando la unidad que descansa en todo fenómeno vital.
El conjunto de síntomas mentales, emocionales y físicos expresan el desequilibrio de la energía vital de cada persona y se traduce para la homeopatía en un determinado remedio.
Hablar entonces de lo psíquico y aún de lo considerado psiquiátrico, no se limita sólo a los problemas llamados mentales, sino que en definitiva tiene que ver con la persona como un todo.
   El desorden de la energía vital se expresa primero en los planos mas sutiles, como la mente y las emociones y de allí se traslada a los mas densos o corporales.
Ayudar a sanar la mente y las emociones es también entonces curar y prevenir las enfermedades del cuerpo.

La enfermedad mental  ha sido objeto de diversos abordajes.
Indudablemente, el médico es una figura destacada en el proceso curativo.
Su presencia, comprensión, palabra y actitud, son valiosas herramientas terapéuticas.
Esto es especialmente relevante en los problemas emocionales y mentales, donde se requieren a menudo instrumentos psicoterapéuticos específicos.
   Hemos creado, reflejo de nuestra condición, una sociedad desequilibrada y ansiógena que se retroalimenta.
Orgullosos de nuestro saber, desafiamos las leyes de la naturaleza, y fuimos bíblicamente expulsados del paraíso al comer del árbol del conocimiento, quizás por ese pecado de soberbia.
Ahora no sabemos como frenar las consecuencias de tanta inconciencia, potenciada por la multitud que somos hoy sobre la Tierra.
Percibimos que no tenemos mucho tiempo para cambiar el rumbo, si queremos seguir viviendo. Nuestro hogar, el noble planeta que nos cobija, es un ser vivo y nos está dando muestras mas que suficientes de su agotamiento.
   La homeopatía es una medicina respetuosa de los procesos naturales, en palabras actuales, ecológica. Y ha sido poco escuchada. Hace mucho tiempo ha expuesto una comprensión global de los fenómenos que aquejan al hombre y su conjunto en sociedad.
Situaciones como la explosión notoria de la violencia, las adicciones, la creciente psiquiatrización farmacológica infantil son entre otras causas, expresión de la profundización del desequilibrio de la energía vital, en términos homeopáticos, de los miasmas crónicos. A ello han contribuido arraigadas estrategias sanitarias erróneas.
   La homeopatía no se queda en la contemplación filosófica, es una herramienta médica concreta que apunta a corregir el desequilibrio de la energía vital, origen de todos los síntomas.
La intención es en este sentido un modesto aporte a tomar conciencia de lo que tenemos entre manos.
   He transitado distintas dificultades en el proceso de este trabajo.
La amplitud, complejidad de la temática, el interrogante de cómo encararlo y especialmente a quien dirigirlo. Se fue decantado en un planteo abierto donde aspiro a que todos pueden sacar algún provecho.
Consideré comenzar por una síntesis de la doctrina homeopática, continuando con distintos tópicos de la psiquiatría, su vinculación con el repertorio homeopático, es decir, el libro o base de datos de los síntomas homeopáticos, planteando algunas reflexiones, comentarios e historias clínicas.
   Integrar es comprender, acercar las partes que han perdido contacto y conciencia, para de alguna manera, reencontrar el poder de curación que está dentro nuestro, esperando.

Dr. Pablo Korovsky